Gatito Agresivo: Cómo Manejar y Entender su Comportamiento
Un gatito agresivo es aquel que tiene conductas violentas como ataques, mordiscos o arañazos hacia otros humanos o animales. Es importante entender este tipo de comportamiento para poder entender las razones y ver cómo afrontarlo, puesto que la agresividad puede suponer un problema de convivencia, sobre todo si en la casa hay niños u otras mascotas.
Los problemas de agresividad(open in new tab) suelen ser una etapa común en la vida de los gatos y puede deberse a diversas causas. Recuerda, ningún gatito es malo sin motivos. Muchas veces esta conducta está relacionada con maltrato animal, miedo, inseguridad o simplemente porque el gato está explorando sus habilidades de caza. En estos casos, es necesario saber cómo relajar a un gato.
Posibles causas que hacen a tu gato agresivo
Un gatito agresivo puede suponer un grave problema de convivencia. Dado esto, es muy importante conocer la causa exacta de esta actitud para poder manejarla de forma correcta. Entre los motivos más comunes se encuentran los cambios hormonales, sobre todo en gatos no castrados, experiencias traumáticas o socialización insuficiente.
El estrés ambiental también juega un papel muy importante, sobre todo si, recientemente, has introducido un nuevo animal. Para que tu gato esté lo más tranquilo posible, es necesario contar con un entorno agradable, tranquilo y sin objetos o ruidos que causen irritabilidad. Entender el lenguaje corporal(open in new tab) te ayudará a tener mejores herramientas para conocer y saber cómo tranquilizar a un gato.
¿Qué hacer ante un gatito malo o agresivo?
Un gatito malo es aquel que muestra comportamientos agresivos, muerde o araña. Lo primero que debes hacer ante esta situación es mantener la calma y evitar el maltrato físico. Recuerda que el gatito malo posiblemente actúe así por motivos de mala crianza o deficiencias en el hogar.
Prueba con darle espacio y tiempo para que esté más tranquilo, nunca lo castigues o grites. Presta atención a la charla de gatitos(open in new tab) y descubre cómo tranquilizar a un gato. Crea ambientes tranquilos y busca ayuda para reducir su ansiedad. Nunca lo castigues con daño físico, ya que eso empeora las cosas y posiblemente aumente su miedo y agresividad.
Observa con atención y detecta estímulos que desencadenan esas acciones. Si la agresividad continúa, consulta con un veterinario para conocer el motivo u obtener un mejor diagnóstico.
¿Cómo curar la agresividad de tu gato: cómo relajar a un gato?
La agresividad es un reto para cualquier dueño de gatos. Pero es importante comprender que con paciencia y buena educación tu mascota puede mejorar su comportamiento. No es tarea de un día, es un proceso largo y constante.
Para curar su agresividad, primero es necesario conocer los motivos. Y con base en los motivos, encontrar técnicas que mejoren su conducta, fomentando respuestas positivas y reduciendo su estrés.
Cada gato es un mundo, y dependiendo de su crianza será su forma de actuar. Posiblemente, un gato que se haya criado en la calle no tenga el mismo comportamiento que un gato que ha estado toda su vida en un hogar con humanos.
Existen muchas herramientas y formas de hacer que tu gato esté más tranquilo. Lo principal es entender cómo tranquilizar a un gato y ver qué herramientas o técnicas van mejor. Los difusores de feromonas son muy útiles para tranquilizar a los gatos. La música clásica suele ser útil para disminuir la ansiedad y crear un ambiente armonioso.
Jugar diariamente hará que tu gato esté entretenido y contento (además de cansado). Esto permite que libere el exceso de energía de forma positiva y esté feliz. Crea espacios donde tu mascota pueda sentirse protegida, entretenida y sobre todo amada. Es importante contar con todos los objetos necesarios para que pueda desempeñar su vida sin inconvenientes (arenero, cuencos con agua y comida, rascadores y otros elementos básicos).
Agresividad en gatos: tipos, causas y soluciones
La agresividad se suele manifestar en diversas formas y no siempre están relacionadas. Cada causa requiere su propia solución. Por ejemplo, tenemos tres tipos de agresividad:
- Agresividad por juego: esto ocurre cuando el gato utiliza sus garras y dientes para jugar, generalmente sucede cuando son pequeños y no miden su fuerza.
- Agresividad por miedo: esto sucede cuando el gato se siente amenazado, por lo general está relacionado con gatos callejeros o con traumas.
- Agresividad territorial: si introduces un nuevo animal, probablemente tu gato muestre signos de agresividad territorial. O cuando otra persona invade su espacio.