Como te habrás dado cuenta, el vocabulario de tu gatito va mucho más allá del ronroneo de satisfacción y el miau en busca de tu atención. ¿Pero sabías que también se comunica con sus posturas y con la posición de las orejas, la boca y cola?
El sentido común te ayudará a comprender su lenguaje corporal. Por ejemplo, casi todos sabemos que unos ojos medio cerrados y una postura completamente relajada significan un gatito satisfecho. Si a la vez ronronea y juega con las patas, está verdaderamente feliz. Jugar con las patas es un reflejo de un comportamiento que tenía de muy pequeño para estimular la secreción de leche de su madre.
Las orejas pueden ser muy expresivas. Cuando está alerta, las extiende hacia adelante; si está nervioso, las lleva hacia atrás, y cuando está asustado o enfadado las repliega completamente contra la cabeza. La cola también es expresiva, ya sea levantada en señal de bienvenida, vibrando ligeramente de placer y expectación, o dando sacudidas de irritación.
Por último, el espectáculo de un gatito con el pelo erizado en plena explosión de bufidos es magnífico. Durante esa demostración, presenta su lado de perfil al intruso para parecer aún más intimidante. ¡Tened cuidado, extraños!