cuidados gatitos

¿En qué consisten? 
Uno de los problemas más frecuentes con los gatitos agresivos es el síndrome de “acariciar y morder”. Cuando le acaricias, se gira para morderte y arañarte. ¿Por qué sucede? 

Es importante que tu gatito se socialice desde una edad temprana para evitar problemas de agresividad. El mejor modo es tenerlo en las manos y acariciarlo cuando es joven. Un gatito tiene que estar muy relajado y confiando para sentarse en tu regazo y dejar que le acaricies. Aceptar y disfrutar de las caricias constituyen una respuesta aprendida, que no aparece con facilidad en todos los gatitos. Para que se acostumbre y se sienta seguro, puedes sentarte tranquilamente en el suelo con él y acariciarlo hasta que esté calmado. Si se resiste, acepta su deseo y déjalo. Repite el ejercicio hasta que aprenda a confiar en ti. 

La mejor manera de evitar agresiones es premiar su buen comportamiento con mucha atención y con comida, e ignorar los comportamientos indeseados. Si sabes que algo en particular le molesta, evítalo. Si se pone agresivo, simplemente no le hagas caso. 

La incorporación a un nuevo hogar es un cambio enorme para un gatito, de modo que puede estar nervioso y estresado. Lo mejor que puedes hacer para evitar cualquier problema de comportamiento es demostrarle mucho afecto y hacer que se sienta lo más cómodo que puedas en su nuevo entorno. Recuerda que la nueva llegada puede alterar el equilibrio de la casa e incluso gatos que han convivido felices durante años pueden enfadarse de repente, pero no te preocupes porque hay muchas cosas que puedes hacer para poner fin al comportamiento agresivo: 

Si tu gatito continúa actuando de forma agresiva (especialmente con los niños) después de haber hecho todo lo posible para que se sienta confiado y seguro, consulta con tu veterinario, que podrá remitirte a un especialista en comportamiento animal. Sus consejos te pueden ayudar a encontrar la felicidad para tu gatito y tu hogar