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Ponerse en forma de manera amena
Si animas al gato a jugar, no sólo lo mantendrás estimulado, sino que además será una forma estupenda de mantenerlo en forma. Además, es una bonita forma de pasar un rato divirtiéndote con tu felino amigo.
Los gatos son animales juguetones y les encanta divertirse, además de tener gran inventiva para encontrar juegos nuevos.
Los gatos son animales juguetones y les encanta divertirse, además de tener gran inventiva para encontrar juegos nuevos. De todos modos, también puedes proponerles tus propios juegos para mayor diversión. Hay todo tipo de juguetes que le puedes comprar. Las bolas de ping-pong, los ovillos de lana y los juguetes de hierba gatera son estupendos, pero no olvides cambiar el juguete cuando se quede sin hierba y vigílalo si juega con la lana (¡por si le da por comérsela!).
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¿Jugará a traer objetos?
Jugar con el gato no sólo es una forma estupenda de mantenerlo estimulado y en forma; también refuerza el vínculo entre él y tú, lo cual es igual de importante. La mayoría de los gatos no van a por cosas, al menos no como los perros. Pero algunos sí empiezan espontáneamente a ir a por juguetes y traérselos a sus dueños para que se los lancen y poder correr a por ellos. Otros gatos tendrán que aprender una versión más "gatuna" del juego. Como cabría esperar, habrá que hacerlo a su manera. Así es como puedes convencer a tu gato de que vaya a por un juguete:
LLámalo por su nombre. Quizá finja que no se entera, pero sabe perfectamente que lo estás llamando.
Para empezar
Elige un juguete que a tu gato le guste mucho. Algo pequeño, ligero y fácil de lanzar. Llámalo por su nombre. Quizá finja que no se entera, pero sabe perfectamente que lo estás llamando. Lanza el juguete arriba y abajo, cógelo tú mismo. Juega con él. Sacúdelo. Diviértete un poco con él.
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Diversión en una caja
No te puedes imaginar lo bien que se lo puede pasar tu gato con una simple caja de cartón. Puede esconder cosas dentro o esconderse él mismo. Y si tienes dos gatos, hasta es posible que les guste jugar al escondite entre sí.
No te puedes imaginar lo bien que se lo puede pasar tu gato con una simple caja de cartón.
Elige con cuidado
No le des una caja cualquiera. Asegúrate de encontrar una bien resistente para que pueda entrar y salir de ella sin problemas y también de que no la mastique además de jugar en ella. Prueba a atar un pequeño ratón de juguete a una cuerda y hazlo oscilar delante de él. Sabrá que no es un ratón de verdad, pero, según de qué humor esté, quizá quiera seguirte la corriente un rato. Así podrá fantasear que es un cazador feroz que acecha su presa.