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Ir a lo seguro
Quizá pienses que cuando un gato cumple ocho años, dejarán de interesarle los juegos. Pero no siempres es verdad, cada gato es distinto. Algunos continúan jugando al escondite y buscando o cazando juguetes hasta que las patas no se lo permiten, mientras que otros efectivamente pierden el interés. Así que debes procurar que siga activo pero no lo fuerces demasiado.
El juego forzado no resulta divertido para ninguno de los dos.
¿Cuándo hay que decir basta?
No son muchos los síntomas visibles de envejecimiento en los gatos, pero uno que puedes observar es una menor actividad. Algunos gatos viejos pueden empezar a preferir la comodidad y el calor de su camita en un rincón a las aventuras al aire libre. Los juegos que inventasteis juntos, de los que en otro tiempo nunca se cansaba, pueden empezar a ser excesivos para él. Pero es posible que estos cambios no se produzcan hasta que el gato sea realmente muy mayor.