Mantenlo sano
Es mejor prevenir que lamentar
Si sabes cómo es tu gatito cuando está sano, te darás cuenta con más facilidad cuando no lo esté. Un gatito aletargado y débil que aparta la nariz si le muestras su comedero quizá no esté bien. Cree siempre lo que ves: los gatitos no destacan por fingir estar enfermos. Además, no existe la posibilidad de un día sin cole.
Si crees que has notado algo, vigílalo. Si al cabo de uno o dos días no está bien todavía, llama al veterinario. No te dé reparo. Para el veterinario, es preferible que le llames demasiado pronto que demasiado tarde. Por último, nunca uses medicamentos sin receta. Cuando los mimos y caricias no basten, debes confiar en los profesionales.
En caso de heridas graves
Los gatos son listos: saben que no tienen que saltar delante de los coches o molestar a un perro grande y amenazador. Si a pesar de todo, tu gatito sufre un accidente, lo primero que tienes que hacer es mantener la calma. Examina la herida cuidadosamente. En muchos casos, bastará con esperar a que pase el dolor mientras le das cariño y atención, pero si se ha tragado algún objeto, o si tiene heridas, abrasiones o quemaduras importantes, llévalo inmediatamente al veterinario.
Por supuesto, la mayoría de personas que tienen un gato no tienen que afrontar nunca situaciones como ésta, pero siempre es mejor estar preparado.
Vigílale la nariz
Los gatos poseen un sentido del olfato mucho más agudo que el de las personas. Gracias a su nariz, pueden saber quién ha pasado por su territorio o dónde pueden encontrar una sabrosa comida. Si les gusta algo o si quieren delimitar su territorio, lo marcan con su propio olor para demostrar quién es el dueño.
La nariz es también un buen indicador de su bienestar general. Normalmente está fría y húmeda, pero si crees que está resfriado, tiene costras en la nariz o estornuda mucho, llévalo al veterinario porque podría tener gripe felina. Si no le atrae la comida (lo cual es bastante raro), se debe probablemente a que es incapaz de oler y por lo tanto deja de comer. La única forma efectiva de prevenir la gripe felina es que tu veterinario le vacune y realice las revacunaciones periódicas. Si le das montones de cuidados y cariño durante el viaje al veterinario y durante la vuelta, pronto aprenderá a disfrutar de esta excursión.
Un sistema de orientación perfecto
Los gatitos nacen ciegos y sordos, pero su sentido del olfato está totalmente desarrollado desde el principio y les sirve para encontrar las mamas de su madre. Cada gatito marca su mama con su propio olor especial, y así sabe dónde encontrarla la siguiente vez. Más adelante, este potente sentido del olfato le permitirá encontrar el camino de vuelta a casa si se ha alejado demasiado. Durante el destete, el sentido del olfato del gatito le permite identificar diferentes alimentos y hacer una distinción clara entre comestible y no comestible. Si no le gusta el olor de algo, no lo comerá.
Sólo un olfateo
Cuando tu gatito crezca, su nariz será una de sus herramientas más importantes. Un gato puede obtener información sobre el sexo o la disposición al apareamiento de otro gato “leyendo” los olores. Cuando dos gatos se encuentran, se saludan cara a cara para recibir la información olfativa que les sirve para distinguir “familiar” de “no familiar”. Por eso, en los encuentros, un gatito buscará tu contacto con su cabeza primero.