feeding

Los gatitos nacen con el instinto de lamer y, durante sus primeros días de vida, su madre se lo refuerza, enseñándoles todo lo que necesitan para cuidarse el pelo.

Siguiendo el ejemplo de su madre, los gatitos dedican mucho tiempo a acicalarse. Sus dientes afilados y su lengua rasposa actúan como un peine, eliminando las zonas anudadas, los parásitos y el pelo muerto.

Pero el lamido no es sólo cuestión de mantener un buen aspecto. Cuando se limpia el pelo, también se masajea la piel y se estimula la circulación. El lamido también ayuda a los gatitos a desarrollar sus habilidades de comunicación con otros gatos y con los humanos. Si sientes su lengua áspera que te lame la piel, es su forma de decirte lo mucho que te quiere.

Vigila sus hábitos de lamido. Lamerse constantemente o no hacerlo en absoluto pueden ser indicativos de algún problema como miedo, tristeza, aburrimiento o algo más físico como una enfermedad de la piel. Por precaución, lo mejor es que lo lleves al veterinario.