
Conviviendo con el resto de mascotas
Los gatitos y los perros no son enemigos naturales pero tienen sus problemas entre ellos, especialmente cuando se encuentran por primera vez.
Esto se debe a que utilizan los mismos signos de comunicación, pero lo hacen para transmitir cosas totalmente diferentes.
Un perro, por ejemplo mueve su cola para decir “¡estoy contento!” Para tu gatito, eso significa “¡estoy nervioso!” Al fin y al cabo, cuando él mueve la cola, quiere decir que está de mal humor. La misma confusión sucede cuando un perro levanta la pata para decir “¡vamos a jugar!", que tu gatito interpreta como "¡eres mi comida!"
Sin embargo, estos malentendidos no les impedirán vivir en paz uno junto a otro. Los gatos y los perros son muy adaptables y si se ven a menudo, pronto aprenderá cada uno el lenguaje del otro.
Promover la amistad
Si quieres que tu gatito se lleve bien con tu perro lo mejor es que, antes de la nueva llegada, éste último esté perfectamente adaptado al hogar. Tenlos en habitaciones separadas los primeros días, pero a una distancia a la que puedan oírse. Cuando hagas las presentaciones, ten a tu gatito en brazos y deja que el perro le dé un buen olfateo. Después de eso, se acercarán el uno al otro con recelo, pero pronto el perro admitirá a tu nuevo amigo como un miembro más de su “manada”.
Es mucho más difícil si tu gatito está en casa primero, ya que los gatos son por lo general más celosos que los perros. En tal caso, préstale mucha atención para demostrarle que le vas a querer igual que lo hacías antes de la llegada del perro.
¿Un pájaro en casa?
¿De verdad pueden vivir un pájaro y un gatito pacíficamente bajo el mismo techo? Puede parecer poco probable pero, de hecho, no suele haber ningún problema si se siguen dos normas:
• En primer lugar, es conveniente mantener la jaula alejada de posibles tentaciones, segura y fuera del alcance de tu gatito.
• En segundo lugar, cuando dejes al pájaro volar por una habitación, asegúrate de que el gatito no entrará en ella.
En el caso de animales pequeños como ratones o hámster, siempre es más seguro que mantengas a tu gatito fuera de la habitación cuando los saques de su jaula.