cuidados gatitos

Los gatos son famosos por su espíritu libre pero, aunque no lo creas, a muchos les gusta llevar collar. Cómprale uno bonito y ponle una chapa con tu número de teléfono, por si se extravía durante una de sus aventuras. Su sentido del olfato muy desarrollado le ayuda normalmente a encontrar el camino a casa, aunque puede desorientarse, por ejemplo si se asusta por unos fuegos artificiales o un ruido de truenos. La mejor manera de evitarlo es tenerlo en casa cuando en el exterior ocurra algo de este tipo. 

Si se pierde, pregunta primero a tus vecinos y luego en los veterinarios, refugios y organizaciones protectoras de animales de tu localidad. Prueba también en las áreas vecinas. No te imaginas hasta dónde puede alejarse un gatito perdido. 

Si tu amigo resulta ser un auténtico explorador (y la mayoría de gatitos lo son), puedes plantearte identificarlo de forma permanente con un microchip que se implanta bajo la piel. Quizá suene exagerado, pero te sentirás mucho más tranquilo si lo haces y será más fácil encontrarlo si alguna vez se pierde. Pide información sobre el microchip a tu veterinario. 

¿Como en casa en ningún sitio? 
Hay dos cosas que debes saber sobre tu gatito. Igual que a un niño, le encanta explorar y puede meterse en problemas en cuanto te das la vuelta. Te ofrecemos algunas sugerencias para que tu gatito esté seguro en casa. 

Realidades domésticas y los peligros de la cocina 
Las casas están diseñadas para las personas. Los objetos normales y cotidianos, como los fogones de la cocina o un cable eléctrico, pueden suponer un auténtico riesgo para un gatito con ansias de explorar su nuevo hogar. 

La curiosidad del gatito no tiene límites. Por más que te esfuerces en esconder algo, acabará por encontrarlo. Antes de llevártelo a casa, da un repaso a todo el hogar y pon en un sitio seguro todas las cosas que puedan resultar peligrosas. Recuerda que será capaz de alcanzar los estantes más altos. 

Utiliza protectores para las estufas y no dejes plantas a su alcance ya que podrían dañar su estómago. Y ni que decir tiene que cualquier utensilio afilado, como tijeras o cuchillos, deben mantenerse ¡bien guardados! 

La cocina es probablemente el lugar más peligroso de la casa. A los gatitos les encanta acurrucarse en cualquier sitio cálido: mantén el horno, la lavadora y la secadora siempre cerrados y compruébalos siempre antes de ponerlos en marcha. No dejes nunca a su alcance bolsas de plástico, tendederos de ropa o pucheros calientes, y si se empeña en ir hacia el agua del fregadero o el detergente, agárralo y llévalo a un sitio alejado. 

Cierra la puerta a las enfermedades 
Para protegerlo, mantenlo en casa durante las dos semanas siguientes a las vacunas. Ten las puertas cerradas.

Y no olvides las ventanas 
Las ventanas abiertas, especialmente las de pisos altos, pueden constituir un peligro. Un salto arriesgado o un aterrizaje mal calculado en el alféizar pueden acabar en una caída fatal para un gatito joven. Mantén las ventanas cerradas hasta que su equilibrio esté mejor desarrollado. 

Niños traviesos y otras mascotas 
A los niños les encantan los gatitos pero a veces son un poco torpes, lo que supone un peligro para los frágiles huesitos felinos. Permanece siempre alerta. Los perros y gatos anteriores pueden tener celos del recién llegado, e incluso hacerle daño si los dejas solos. Haz las presentaciones gradualmente, y mantenlo separado de tus otros animales cuando no estés con ellos. No tardarán en acostumbrase unos a otros.