cuidados gatitos

¿Recuerdas lo que se siente al mudarse a otra casa con gente desconocida? Para tu nuevo gatito, será una experiencia parecida. Afortunadamente, hay muchas cosas que puedes hacer para reducir el estrés y hacer que el proceso sea más gradual y agradable para los dos. 

Ten todo preparado 
Decide qué habitación será la “base de operaciones” de tu gatito durante los primeros días y asegúrate de que tiene una puerta o algún otro medio que lo resguarde del ajetreo de la casa (incluyendo niños y otros animales de compañía). 

Coloca su bandeja con arena absorbente especial para gatos en el rincón opuesto a la puerta. No olvides las fundas para la bandeja y el recogedor. 

Ten preparados recipientes poco profundos para la comida y el agua, lo más alejados posible de la bandeja de arena. Puedes colocar tapetes de plástico bajo el comedero y la bandeja de arena para facilitar la limpieza. 

Cómprale una cama o hazla tú mismo. Una caja de cartón con una entrada recortada por un lado y acolchada con una manta sería perfecto.

Coloca la cama alejada de la bandeja de arena, y ten en cuenta que puede ser él quien decida dónde quiere dormir. 

Cómprale un trasportín de gato para su primer viaje a casa y para las futuras visitas al veterinario, juguetes no tóxicos para ayudarle a jugar y a aprender, un peine o cepillo para cuidar su pelo y un rascador. 

Por último, asegúrate de retirar cualquier elemento peligroso como plantas tóxicas o productos de limpieza antes de su llegada. 

Los primeros días 
Mantén la casa lo más tranquila posible cuando lleves al gatito y no te sorprendas si al principio se muestra un poco tímido. Enséñale dónde están su cama y los recipientes para la comida y el agua. Pronto le vencerá la curiosidad, así que tendrás que dejar que descubra todo lo demás por sí mismo. 

Te hará saber cuándo esté preparado para investigar el resto de la casa. Deja la puerta entreabierta para que entre y salga de su "base de operaciones" y explore a su antojo. 

Aprende rápido, así que deberás ayudarle a adaptarse a la casa estableciendo una rutina desde el principio. Por tu propio interés, su primera lección debería ser sobre la bandeja de arena. Su madre le habrá enseñado a ir al baño, aunque quizá no reconozca su nueva bandeja. Llévalo a la bandeja a primera hora por la mañana, después de las comidas y a última hora por la noche para que se acostumbre pronto a ella. Durante este entrenamiento, ocurrirá probablemente algún accidente, pero no le reprendas: terminará por aprender tarde o temprano. 

Si tienes otros animales domésticos, intenta mantenerlos separados durante las primeras horas. Después, haz las presentaciones de forma gradual, dejándole espacio para acercarse o retirarse si lo desea. No olvides prestar mucha atención a tus animales de siempre para evitar que se pongan celosos. Un truco que funciona es darles de comer los primeros. 

Por último, no dejes que el gatito salga fuera hasta que esté vacunado. Incluso después de ponerle la vacuna, es mejor que no salga de casa durante las primeras dos o tres semanas. 

Presentaciones felinas 
Si ya tienes un gato en casa, hay un truco sencillo que hará que su primer encuentro con el nuevo gatito sea lo más llevadero posible. 

Frota al gatito con una de tus prendas de ropa que tenga tu olor. De esta manera, llevará algo familiar en torno a él y será aceptado más fácilmente. 

Si tu nuevo gatito es aún joven, no debería haber ningún problema. Enseguida se establecerá una jerarquía por la diferencia de edades. Casi siempre, el gatito seguirá el ejemplo del gato mayor, quien a su vez protegerá al recién llegado. 

Es un poco más difícil cuando se presenta un gato joven a otro de menor edad, porque la mayor seguridad en sí mismo puede ser causa de algún enfrentamiento. En este caso, empieza por hacer más caso al gatito más joven y luego deja que se adapten entre sí. Mientras se acostumbran uno a otro, asegúrate de que cada uno tiene sus propios recipientes de comida y agua, su lugar para dormir y su bandeja de arena. 

Pronto estarán felices en compañía.