
Aprender a usar la bandeja
Si alguna vez tu gatito prefiere estar solo de verdad, es cuando va al baño. De hecho, no querrá siquiera sentirse observado. Por eso es importante que su bandeja de arena esté en un lugar seguro y tranquilo, al que pueda acceder con facilidad. Tendrá que aprender a usarla, así que en cuanto veas que necesita ir al baño, agárralo y llévalo a la bandeja. Haz esto hasta que sepa encontrarla por sí mismo por el olor y la ubicación; después, déjale que vaya solo. Para asegurarte de que se encuentra cómodo, utiliza un sustrato absorbente o aromatizante, que absorba todo el olor.
Mantén la bandeja limpia
Los gatitos son limpios por naturaleza y les gusta que la bandeja esté limpia. De hecho, si no está impecable, tu gatito podría decidir ir a otro sitio. Para evitar accidentes, limpia la bandeja por lo menos una vez al día. Y, por razones obvias de higiene, pon los recipientes de la comida y el agua en un sitio alejado de la bandeja.
Si tienes niños, asegúrate de que no se acerquen a la bandeja.
Los accidentes ocurren…
Una bandeja sucia no es el único motivo posible de que tu gatito pierda sus hábitos de higiene. A veces la causa puede ser psicológica. Quizá necesite más atención o puede que su “territorio" haya cambiado. Como resultado, un gatito que ha aprendido a ir a la bandeja con normalidad puede cambiar repentinamente.
El inicio de la madurez sexual es otro posible problema y puede evitarse esterilizando al animal a una edad temprana. Con tantos posibles factores que pueden influir, lo mejor es que comentes con tu veterinario de qué modo tu gatito puede recuperar sus hábitos higiénicos.
… pero no tienen por qué repetirse
Si tu gatito sí tiene un despiste, por la razón que sea, el olor dejado puede inducirle a volver a hacerlo en el mismo sitio. Por eso, tendrás que limpiar a fondo, preferiblemente con agua jabonosa. Evita los detergentes con amoniaco, ya que su olor es parecido al de las propias deposiciones del gatito. Cuando todo esté bien limpio, volverá a sus costumbres normales.
Los gatos son animales muy limpios y aprenden pronto a usar la bandeja, normalmente imitando a su madre. Si tu gatito no sabe para qué es la bandeja, necesitará que le ayudes un poco.
Enséñale la dirección correcta.
Observa atentamente la conducta de tu gatito. Puede estar un poco nervioso buscando la bandeja, o quizá necesite ayuda para recordar dónde está. Por lo tanto, si te parece que está inquieto, llévalo allí.
También puedes ayudarle levándolo a la bandeja a primera hora de la mañana, a última hora por la noche y después de las comidas. Repite esto varias veces y enseguida hará la asociación correcta entre hacer sus necesidades y usar la bandeja, y recordará exactamente a dónde tiene que ir.
Fuera de la vista pero a su alcance.
El sitio que elijas para la bandeja de arena es muy importante. Debe estar en un lugar tranquilo, alejado de su cama, del comedero, el bebedero, y siempre accesible. Si no, será él quien encuentre un sitio mejor. Asegúrate de mantener su bandeja siempre limpia porque se negará a usarla si está sucia o huele mal.
No obstante, ten cuidado al limpiarla. Si desinfectas la bandeja sanitaria con un producto que huela muy fuerte o si la cambias de su sitio habitual, podrías alterar la rutina de tu gatito.
Recompensa sus aciertos
Cuando tu gatito use la bandeja, ofrécele mucha atención y pequeños premios. De esta manera, pronto creará asociaciones positivas y te sorprenderá la rapidez con que se acostumbra a ella. Sólo hace falta un poco de paciencia y de ánimos, y los accidentes pronto se convertirán en cosa del pasado.