A los gatos les encanta comer. Lo cual está muy bien: ¿no nos gusta a todos? La dificultad está en su capacidad para convencerte de que le des más de lo que necesita. Todos sabemos lo difícil que es resistirse a esa mirada suplicante y a esos ojos enormes, así que lo mejor es hacer de vez en cuando una revisión para asegurarse de que no se está excediendo.
Cómo hacerle una revisión en casa
Evidentemente, puedes pesarlo. Sube a la báscula con él en brazos y resta tu peso del de los dos juntos.
También puedes vigilar los cambios de su peso corporal mirándolo desde arriba para identificar una leve cintura por detrás de las costillas. Si no estás seguro, pon las dos manos en sus costados. ¿Puedes notar sus costillas? Si es así, está en su peso ideal (pero si se le resaltan mucho, está demasiado delgado).
Busca también bolsas de grasa bajo sus patas traseras y su abdomen.
Qué hacer con un gato con sobrepeso
Si empieza a estar un poco obeso, tu veterinario podrá recomendarte un plan dietético. Es hora de poner fin a todos esos premios y golosinas, y como es mejor para él comer poco y a menudo (en lugar de darse un atracón), prueba qué tal le sienta comer cuatro comidas pequeñas al día en lugar de dos más grandes. Asegúrate también de que haga algo de ejercicio. Es mejor que se habitúe con breves ratos de actividad, añadiendo gradualmente cinco minutos aquí y allá, hasta que sea capaz de terminar una tabla de ejercicios completa.
¿Y si está demasiado delgado?
Asegúrate de seguir las instrucciones de tu veterinario en lo referente a las cantidades y a la frecuencia con que das de comer a tu gato. Si continúa delgado y no sabes por qué, podría estar enfermo. Llévalo al veterinario para una revisión y obtendrás todo el asesoramiento necesario.