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Ahora que te has decidido a tener un gato, tienes que pensar cuál es el mejor para ti. ¿Un gato con pedigrí? ¿De pelo corto o de pelo largo? ¿Macho o hembra? Quizá te preguntes también si deberías tener uno o más gatos, para disfrutar de ellos el doble o el triple, o para asegurarte que tu amigo no estará nunca sólo.

Te damos algunos consejos para ayudarte a elegir a tu gato:

¿Con o sin pedigrí?
Existen alrededor de 500 variedades de gatos. Recuerda por ejemplo el siamés, que nunca pasa de moda, el birmano, el persa, el Manx, que no tiene cola, o el sphinx canadiense, desprovisto de pelo. Aparte de las diferencias de aspecto, cada raza tiene un temperamento y un carácter particular. El siamés, por ejemplo, es conocido por su sociabilidad, mientras que los persas de pelo largo suelen ser más reservados.

Comprar un libro o visitar una exposición felina son excelentes formas de conocer las diferentes razas y de encontrar una que te guste. ¡Verás tantos gatos ideales y adorables que querrás llevártelos todos a casa contigo!

La mayoría de las personas no eligen un gato con pedigrí o de raza pura. Para muchos de nosotros, los gatos sin pedigrí o “comunes” poseen todos los rasgos que buscamos, y los hay en un sinfín de colores y tipos de pelo. ¡Y no tienes que arruinarte para tener uno!

¿Pelo largo o corto?
Los gatos de pelo largo pueden ser muy atractivos, pero necesitan muchos cuidados para mantenerlos sin nudos y en buen estado. Sin embargo, el cepillado diario representa un gran momento para estrechar lazos, y a la mayoría de los gatos les encantan esas atenciones.

Pero si no tienes tiempo para cepillarlo todos los días, es mejor que pienses en un gato de pelo corto.

Si tienes un gato con el pelo muy anudado, no le hará mucha gracia que se lo desanudes y quizá tengas que llevarlo al veterinario para que se lo corten. Tu veterinario podrá sedarlo para que no sufra molestias.

¿Macho o hembra?
Los gatos macho son generalmente más grandes que las hembras y si no están castrados tienden a vagabundear por el vecindario y a meterse en peleas con otros gatos. También pueden marcar su territorio rociando con orina o dejando sus heces sin enterrar. Estos comportamientos son normales para ellos, pero desagradables para ti.

Las hembras no esterilizadas salen en celo periódicamente y pueden quedarse preñadas. Durante el celo, pueden ser muy ruidosas y atraen a todos los gatos de los alrededores.

Si no deseas oír el correteo de gatitos dentro de no mucho, es mejor que esterilices a tu gata. Verás que después de la intervención, algunos de los comportamientos peculiares asociados a ser macho o hembra también desaparecerán.

¿Uno o más gatos?
Muchos dueños de gatos no están seguros de si es mejor tener un solo gato o más. Esto depende de cada gato individual. Algunos prefieren vivir con más gatos y a otros les gusta más pasar el tiempo solos o con seres humanos. Si ya tienes un gato adulto, probablemente tendrás una idea de sus preferencias.
Si estás fuera de casa durante gran parte del día, quizá quieras tener dos o más gatos para que se hagan compañía. Los gatitos que crecen juntos suelen llevarse muy bien incluso de adultos.

El número de gatos que puedes tener depende también del tamaño de tu casa. Lo mismo que las personas, los gatos necesitan su propio espacio y no les gusta sentirse encerrados. Como regla general, deberías tener al menos una habitación por cada gato, de modo que puedan retirarse si desean estar solos. Quizá también necesites un comedero, un bebedero y una caja de arena para cada gato, ya que a algunos no les gusta compartir su espacio privado.

Dónde conseguir tu gato
Una vez que decidas tener un gato, haz correr la voz entre tus vecinos y amigos. Quizá alguno de ellos tenga un gato o gatitos para vender, o sepa de alguien que tenga. O si no, mira en tu periódico local, tablas de anuncios de las tiendas, y asociaciones protectoras de animales. Éstas suelen acoger muchos gatos y gatitos que necesitan desesperadamente un hogar.

Evita recurrir a intermediarios, que suelen adquirir gatitos de distintas procedencias. Quizá los hayan destetado demasiado pronto o puede que hayan viajado grandes distancias. El riesgo de enfermedades y de trastornos generados por el estrés es mayor en estos gatitos. Puesto que no puedes conocer los antecedentes ni el estado sanitario de los gatos en esta situación, tendrás que pedir consejo a tu veterinario.

Si has decidido comprar un gatito con pedigrí, la mejor opción es acudir a un criador reconocido y con buena reputación. Puedes contactar con estos criadores a través de otros dueños de gatos, tu veterinario, anuncios en periódicos y revistas especializadas, o visitando exposiciones felinas. Los clubes felinos pueden facilitarte la dirección de criadores acreditados de tu zona.

Qué buscar
En primer lugar, pide ver los gatitos con su madre. De este modo, podrás valorar el estado de salud general y el carácter de la gata. Ten en cuenta que quizá no se encuentre en su mejor momento ya que está criando la camada, pero lo más importante es que puedes asegurarte de que los gatitos no han sido destetados demasiado pronto o traídos de otra parte.

Lo mejor es esperar a que el gatito tenga al menos 7 u 8 semanas antes de separarlo de su madre. A menudo, los criadores de gatos de raza prefieren no dar los gatitos hasta que tengan 12 semanas. Intenta ver varias camadas antes de tomar una decisión y compra sólo en establecimientos en los que observes una buena higiene (aunque no esperes condiciones estériles) y en los que los gatos parezcan felices y en buen estado.